Comenzé sin saber interpretar un balance. Después de seis meses estudiando, conseguí mi primer trabajo en una consultoría financiera. El programa me enseñó no solo las fórmulas, sino cómo pensar analíticamente.

Era contador pero nunca había hecho análisis profundo. Las clases prácticas me ayudaron a entender patrones que antes pasaban desapercibidos. Ahora mis informes incluyen insights que realmente impactan las decisiones empresariales.

Estudié administración pero las finanzas siempre me parecían complicadas. El enfoque paso a paso me permitió construir confianza gradualmente. Hoy lidero el área de planificación financiera en mi empresa.